San Valentín bajo la lente
Ellos son Mireya y Carlos. Se conocieron hace más de una década, pero su forma de mirarse aún parece la del primer día. Su risa conjunta es tan espontánea que la cámara apenas puede seguirles el ritmo. Esta sesión fue un reflejo de esa alegría madura, ese amor que no necesita palabras para expresarse.
El amor se respira diferente en febrero. La luz es más suave, los gestos más lentos, y las historias de pareja florecen con una naturalidad única. En esta sesión del día de los enamorados, mi objetivo fue capturar no solo el romanticismo, sino la complicidad real, los silencios compartidos, y la belleza de los pequeños gestos entre dos personas que se eligen todos los días.
La esencia del amor en cada palabra
El Día de los Enamorados es una invitación a recordar que el amor es un arte delicado, hecho de miradas cómplices, silencios que hablan y gestos que permanecen en la memoria. Más allá de la celebración, es un momento para reconocer la belleza de lo compartido y la fuerza de los lazos que nos unen.
En nuestra editorial, creemos que cada historia de amor merece un escenario digno y un lenguaje que la eleve. Por eso, cada página que creamos busca capturar la emoción exacta, el matiz más sutil, el instante que define un vínculo.
Este 14 de febrero, rendimos homenaje al amor en todas sus formas: al que nace tímido, al que resiste el tiempo, al que renace con más fuerza. Porque las palabras, cuando se eligen con cuidado, no solo narran… también hacen sentir, y en ellas el amor encuentra un hogar eterno.
Opté por un enfoque lifestyle, dejando que la pareja se moviera con libertad. Quería que olvidaran la cámara y simplemente se disfrutaran el uno al otro. Usé lentes luminosos (principalmente un 85mm f/1.8) para aislarlos del fondo y mantener el foco en las emociones. Cada imagen busca contar un capítulo de su historia.

Esta imagen, en la que se miran frente a frente, no estaba en el guión. Fue un gesto instintivo. Y ahí está la magia: en lo que no se dice, en lo que se siente.
Amar hoy, sin filtros ni pausas
En un mundo donde todo va rápido, el Día de los Enamorados nos invita a detenernos y darle espacio al amor auténtico, ese que no necesita adornos ni poses. Es la celebración de la conexión real, de los momentos espontáneos y de la honestidad que fortalece cualquier relación.
Nuestra editorial abraza esta idea de amor genuino, el que se vive en lo cotidiano y se expresa sin miedo a ser vulnerable. Este 14 de febrero, te invitamos a romper con lo tradicional y a vivir el amor a tu manera, con sinceridad y libertad. Porque amar es ahora, sin filtros ni pausas.
El lenguaje secreto del 14 de febrero
El amor tiene su propio idioma: se pronuncia con una caricia, se escribe en un gesto inesperado y se guarda en pequeños detalles que el corazón nunca olvida. El Día de los Enamorados no es solo una fecha, es una oportunidad para redescubrir ese lenguaje y hablarlo sin reservas.En nuestra editorial, creemos que las palabras son los pétalos más finos del amor: suaves, memorables y capaces de transformar un instante en un recuerdo eterno. Este 14 de febrero, dejemos que cada frase, cada dedicatoria y cada historia sea el puente que nos acerque más a quienes amamos. Porque cuando encontramos las palabras correctas, encontramos también el camino al corazón.
Cada momento tiene una historia. La tuya merece ser contada con alma.
Hay instantes que no se repiten. Una mirada, un abrazo, una risa espontánea… esos detalles que hacen que la vida valga la pena. Como fotógrafo, no solo tomo fotos: inmortalizo emociones, capturo memorias y convierto lo efímero en eterno.
Si estás buscando algo más que imágenes bonitas —si buscas alguien que entienda la profundidad de tus momentos y los convierta en arte— estaré encantado de acompañarte.
¿Hablamos? Tu historia merece ser contada con luz, sensibilidad… y mucho corazón.